Humame!

A veces me gustaba fumar cigarros corrientes bajo el paradero esos días de verano en que la lluvia azotaba nuestros techos…

Me gustaba mirar a la gente correr para no mojar sus trajes, mirarlos y tratar de descubrir los secretos de su personalidad. En algunas oportunidades me equivocaba, y en otras tantas me reía de las actitudes y formas de la gente cuando camina de a dos.

Me gustaba caminar con música en los oídos y una mano humeante, caminar sin prisa alguna y llegar al hogar, sacarme la ropa mojada y vestirse rápido por el resfrió.

Me gustaba salir por las noches y reír con la voz gastada después de tanto gritar con los amigos, y fumar, volver a fumar…

Una vez me dijeron que la gente que suele tener olor a tabaco, lo hace por que carece de un cariño imprescindible… Esa razón la entiendo hoy después de 5 años.

Hay cosas que no se cuentan, que se ocultan y que se quieren decir pero que no le interesarían a nadie. Hay cosas que necesitan ser libres, pero que la verdad no quieren salir, por lo menos no por ahora.

Esa vez yo si pedí ayuda, pensé que el entendimiento podría seducir la compasión de alguien más que me pudiera guiar por el camino que quería recorrer. Hoy me alejo cada vez más de ese camino color azul.

Hoy espero llamadas que más que alegrías dan angustia. Y observo sin moverme las señales que no dejan de llegar, y que me dejan inmóvil por solo dos segundos. Pero luego la vida sigue… La vida sigue como yo la vi debajo de un paradero una mañana lluviosa…

Muchas veces me fume ese cigarro mirando a la nada, hoy lo fumo pensándolo todo.