
Si debo reconocer que ahora soy un chow chow... hace tiempo no partía con jote, al mismo tiempo que hervía el navegado... mmm... el sabor del vino con esas naranjas flotando, con un toque de canela... son lo mejor que puede existir una fría tarde de invierno... si fuera Pablo Neruda, haría una oda al vino navegao.
Y lo mejor de todo es que puedes tomar, tomar, tomar y tomar, y nunca te va a engañar, es mucho mejor que cualquier mino, lo calientas cuando quieres, te lo puedes tomar cuando quieras, lento, rápido, en vaso, en botella, con la cuchara, etc. y nunca te va a decir como hacerlo...
Siempre te va a hacer sentir bien, contenta, risueña, hermosa, agradable, feliz... nunca te va a hacer sufrir, y menos te pondrá triste... Nunca te pondrá triste...
Lamentablemente es un mal necesario, igual que los minos... Lamentablemente si lo tomas en exceso te hace mal, igual que los minos, y lamentablemente si lo tomas muy a menudo, te aburre... igual que los minos...
cuanto sabe esta nena!!
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